2 julio
Decidió colgar los guantes. Batalló durante meses contra el pecado (era un asunto sexual) pero ese día no pudo más. El agotamiento y la frialdad habían vencido.
Entonces pasó algo sorprendente que evitó que tocara suelo: ¡Un apagón nacional!
Tú preguntarás ¿Cómo eso logró que no lo hiciera? ¡El que quiere, quiere! Además: ¿Dios tuvo que ver con el apagón solo para evitar la metida de pata de alguien en Panamá? ¿Tiene Dios tiempo para eso, con tanta guerra en Medio Oriente, por ejemplo?
En la Primera lectura de hoy (Génesis 19, 15-29), Lot estaba paralizado y no se decidía a salir de Sodoma momentos antes de la destrucción. Entonces los ángeles, para salvarle la vida, agarraron de las manos a su mujer, a sus hijas y a él mismo y lo arrastraron fuera del área de desastre (ya sabemos que su esposa miró hacia atrás, y quedó convertida en estatua de sal).
A esas preguntas y dudas que expresaste (son las mismas con las que lidio) puedo adelantar que Dios ama y mucho, y es capaz de todo por quienes ama (En el Evangelio de hoy —Mateo 8, 23-27— calma una tempestad). Si Dios no fuera capaz de eso y más, yo no estuviera escribiendo esto.
Doy fe de que el Padre interviene en la historia humana, en la social y mucho más en la personal, y cuando se mete, las cosas más sorprendentes ocurren. También soy testigo de que cuando decidimos mirar hacia atrás, Él en su amor puede evitar que la vida se nos llene de sal. A mí me ha salvado muchas veces.
Sé que hoy te sientes débil, triste, en soledad; incapaz de luchar. Déjate agarrar de la mano. Pídele a Dios que envíe ángeles que te arrastren fuera de tu Sodoma particular. ¡Déjate empujar! Y cuando ocurra, agradece.
P.S. Esta vida es una batalla a muerte y sé que es agotador. Cuando no puedas luchar solo ¡Pide a tu relevo australiano que intervenga! Pulsa aquí: http://youtu.be/Z43yQoO83o8
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