15 julio
Me gusta mucho una serie de televisión titulada
“Perception”. Muestra un esquizofrénico que resuelve casos para el FBI, pero lo
hace cuando está más loco y se comunica con seres imaginarios que le dan soluciones.
Al medicarse, esos personajes desaparecen y el personaje es
el más solitario e ineficaz del mundo. Es decir, cuando está “normal” sufre; es
solo en el delirio que se divierte.
En el Evangelio hoy (Mateo 10,34-42.11,1) Cristo nos advierte que no vino a traer paz sino la
espada, que por su causa padre e hijo se darán muerte (y para enfatizar lo
conflictivo del asunto, mete en escena a suegras y nueras); vaticina que
perderán la vida quienes le sigan, pero después vendrá la vida real.
Le di vueltas y vueltas a esta lectura. No son palabras
fáciles de penetrar. Hay quienes han intentado colocar a Cristo en el papel del
instigador de matanzas, y otros han hecho lo imposible para decolorarlo y
convertir estas palabras suyas en inertes metáforas.
Te diré lo que a mí me dice. Creo que Jesús vino a partirnos
la vida en dos. A crear conflicto en nuestro interior y, por ende, en nuestro alrededor.
Todo es antes y después de Cristo. Se mete en tu mente, en tu corazón, en tus
planes, y lo incendia todo. Si se le deja entrar, provoca la muerte y la vida. Va
matando todo lo que está mal; le da vida a lo que debe vivir.
Pienso en el personaje de la serie “Perception”. Él prefiere
no tomar sus medicinas, y tener alguien con quien hablar.
Cristo vino a volvernos locos. Y por locos tratamos de purgarnos
el alma (duele por difícil), y también nos incomodamos ante el mal y sus muchos
rostros afuera: la injusticia, la mentira, la corrupción, el pillaje. Por eso
clamamos y denunciamos. Entonces el mundo te dice: “¡Calla, no seas impolítico,
toma tus medicinas y sé como todos, normal e indiferente!”.
P.S. Deseo de todo corazón que esta semana te vuelvas loc@ por y con Jesús. Que te vean hablando sol@ (con Él), y seas profeta que anuncia y denuncia. Para dar un primer paso pulsa aquí: http://youtu.be/LBdz1aqRtQY
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