miércoles, 24 de julio de 2013

ACERCARME AL LAGO

24 julio

Hay hombres y mujeres que han sobresalido por su gran dominio de la palabra: Winston Churchill, La Pasionaria, Fidel Castro, Barak Obama; y aquí en Panamá Mateo Iturralde, Manuel Celestino González, Ricardo Arias Calderón, Thelma King… 

Sin embargo, el mensaje que partió la historia en dos, el de Jesucristo, no se construyó utilizando un vocabulario y prodigioso, sino palabras sencillas: tierra, semillas, pájaros, sol... 

Como en el Evangelio de hoy (Mateo 13, 1-9), donde Cristo acude a la parábola del sembrador para decirnos “El Padre da el pan…, depende de ti masticar y alimentarte”. Pero también parece subrayar que cada vez que lanza una semilla, el sembrador se ilusiona, espera algo bueno de nosotros.

El final del evangelio termina con una frase de hierro: “El que tenga oídos, que oiga”.

Pero, ¿quiénes pueden escuchar y entender a Cristo? 

Me impresiona, por ejemplo, cierta gente del interior, quienes viven a Dios con una profundidad de pocas palabras y mucho oído… mucha vida. Nada que ver con las maromas de nosotros “los cultos” acá en la ciudad. Debo confesar que a veces siento cierto grado de envidia al verlos comunicarse con el Padre de una manera tan “fácil” y honesta.

La de ellos es teología de rodillas, y silencio de llanura.

En el evangelio de hoy Jesús se sube a una barca para hablar porque hay mucha gente a orillas del lago. Me pregunto, ¿Guardo cada día el tiempo suficiente para llegar a la orilla a ese "lago" donde está Jesús? ¿Con qué frecuencia hago silencio y escucho?

P.S. Una canción sencilla, para nosotros que a veces despreciamos los simple, que nos habla de semilla y camino. Pulsa Aquí: http://youtu.be/tq4s1NBKQRM 

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