DE RUMBA CON EL ESPIRITU

20 mayo

Ayer celebramos Pentecostés. Yo lo gocé entre amigos, con Misa y luego comida y cervezas. Me sentí como en Navidad, sin el agravante de la publicidad exagerada y los gastos frenéticos.

Pentecostés es la tercera fiesta más importante de los cristianos. Primero, Navidad; luego, Pascua (es decir, la Resurrección de Jesús); y ayer Pentecostés, que conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los 11 apóstoles, quienes con ese estímulo "de arriba" iniciaron la predicación del Evangelio. Todos murieron martirizados por ese atrevimiento, pero enfrentaron sin miedo la muerte porque iban llenos de los dones del "Paráclito".

Hace unos años era como tantos, que no me enteraba de esta celebración. Ayer percibí que una mayoría no supo qué pasó. Por eso asumo este acto de "publicidad".

Del Espíritu proviene la vida, tanto corporal como espiritual, y es la Tercera Persona de la Trinidad. Y leíste bien: Persona, no energía ni entidad ni bruma mágica. Persona.

Una Persona que entra en tu vida y convierte lo ordinario en extraordinario. Es lo que explica que gente común y corriente tenga super poderes como el amor, y sin ningún interés material se done para que otros vivan.

Si no está el Espiritu Santo nada pasa.

En el Evangelio de hoy (Marcos 9, 14-29) Jesús expulsa un demonio mudo que ataca a un muchacho. Sus discipulos no han podido sacarlo. Ellos, los discípulos, no tienen en ese momento los dones que da "El Consolador".

Sé que es complejo, y creer que estas cosas pasan no es fácil. Te invito a que investigues un poco hoy sobre el Espíritu y sus dones. Dale solo 15 minutos al tema. Es mejor que nada. No lo dejes pasar otra vez.

P.S. Si quieres llenarte del Espíritu pulsa aquí: http://youtu.be/aYbx39xj2C8