JUAN

24 junio

Juan Bautista. Hoy la Iglesia celebra su nacimiento.

Juan, el duro.

Fue un tipo de una pieza. No se andaba con rodeos. Decía lo que tenía que decir, sin miedo a las consecuencias.

Por decir la verdad al rey adúltero, le cortaron la cabeza.

La verdad incómoda.

Imagínense si a algún predicador de hoy se le ocurriera ventilar en sus sermones los amores prohibidos de los gobernantes. Hoy decimos que no tiene nada de malo tener querida y ser presidente o diputado. Pero en los tiempos de Juan, según la Ley judía, era un acto contra Dios. Y aunque a nadie más le importaba un pito, Juan no se podía quedar callado. Al pan, pan; y al vino, vino.

Lo decapitaron.

¡Cuántos de nosotros callamos! ¡Solo decimos la verdad que nos conviene! Total, a nadie le importa mucho la verdad. Tiempos de máscaras.

Pero hemos tenido entre nosotros valientes que han dicho la verdad, aunque les haya costado la vida. (Pienso en Héctor Gallego, Romero, Rita Wald, Heliodoro, Bethancourth, Britton, los hermanos González Santizo, Hugo…)

Como están las cosas mejor es que, como algunos de ellos, nos vayamos quitando las máscaras.

Jesús quiso tanto a su primo Juan, que en algún momento dijo de él esta frase inolvidable: "Entre los nacidos de mujer, ninguno más grande que Juan Bautista”, pero añadió: “En el Cielo para ser grande, primero hay que ser pequeño” (cf. Mateo 11, 11).

Todas las lecturas de hoy tratan sobre Juan: Evangelio (Lucas 1, 57; 66-80) Primera Lectura (Isaías 49,1-6) y Segunda Lectura (Hechos 13,22-26). En cada una lo señalan como un grande, aquel que supo salir de escena cuando Jesús empezó a predicar... Aquel que no pudo quedarse indiferente.

P.S. Pidamos a Dios que, solo por hoy, el mal no nos sea indiferente. Pulsa aquí: http://youtu.be/Gvyl_zdji2k