viernes, 19 de abril de 2013

GRACIAS, DIOS, POR PABLO

19 abril

Este hombre, cura, cercano a los 60 años, me dijo con cierto tono de cansancio, que la gente prefiere escuchar de conversiones grandiosas, de personas que han tenido una vida licenciosa sin fallar un día y de repente, ¡Pum!, dejan el pecado y se dedican a Dios.

No ocurre así con aquellos que le han dedicado toda su existencia a Jesús. "Esos no importan mucho", me dijo, "esos nadie los mira".

Lo decía porque él mismo, desde muy niño, no ha hecho otra cosa que servir a Dios y a la Iglesia y nota que quienes "llenan estadios" son los otros,  aquellos que andaban por caminos pedregosos y sin luz, pero pudieron salir.

Él mismo me explica: "eso pasa porque la mayoría está a oscuras, pero quiere cambiar, y le fascina escuchar a quien ya lo hizo".

La Primera Lectura de hoy trata de una conversión así, descomunal. Pablo de Tarso. Hechos 9, 1-20. Te voy a pedir que busques una Biblia y lo leas por ti mismo. No saques conclusiones. Solo lee y luego medita, sin juzgar.

Sepamos que ese tal Pablo perseguía a muerte a los cristianos, y luego se convirtió en el testigo que llevó el cristianismo más allá del mundo judío, es decir, porque Dios lo usó a él, somos cristianos tu y yo.

Oro por ese cura amigo, que casi todos sus sesenta años los ha dedicado a alabar a Dios. Y oro por aquellos que, toda su vida, han hecho lo contrario y ahora están, ¡estamos!, tratando de corregir el camino. También va mi oración por quien lee esto y todavía está en el fondo, a oscuras, sin poder salir. A todos nos ama Dios con gran ternura.

P.S. Pablo de Tarso y sus cartas fueron instrumento para cambiar mi vida. ¡Gracias, Señor! Si quieres orar-cantar pulsa aquí: https://www.youtube.com/watch?v=iIFZRYXgIoA&feature=youtube_gdata_player

No hay comentarios:

Publicar un comentario