viernes, 2 de mayo de 2014

UN PLAN...UN SUEÑO

Cuatro de mayo de dos mil catorce. ¿Has intentado fijar tu mirada en un mismo punto, una chancleta por ejemplo, por horas y horas, casi sin parpadear? Así se siente el periodista cuando cubre, digamos, una elección. Sobre todo con las características de guacho "mar y tierra" que tienen los comicios panameños de este fin de semana. Hay que fijar la mirada.
El público común no tiene ese problema. Tal vez el fanático, el político de sangre espesa o el adicto a las noticias, que los hay. Pero el pana de a pie, ese que prefiere pensar en fútbol o en música o en ropa de marca o... en sexo, ese no; ese se levanta tarde, desayuna bien, sale a depositar su voto (si acaso) y vuelve a su burbuja de preferencias. A lo mejor tiene alquiladas unas cinco películas de estreno para reforzar su escudo protector.
Pero el periodista "tiene" que mirar, casi sin parpadear.
Son unas 20 horas de agitación, por lo menos. Todos tendremos nuestras alarmas ajustadas para levantarnos a las 4:00 a.m. Creo que los muchachos cumplirán. Es más, estoy seguro que se levantarán al primer pitido. (No pueden verme, pero estoy sonriendo).
Dos de mis reporteros andarán en moto, cada uno con colegas en la parrilla, formando equipo para fotografías y cobertura on line. Los otros cuatro equipos se moverán en auto, y desde que llegan a su área de cobertura (como a las ocho de la mañana, después de votar) permanecerán ahí hasta siempre, sobre todo si los resultados de las elecciones se despelucan, y hay que estar atentos a lo que hagan los peinadores.
Dos de mis muchachos (hablo en masculino, pero el grupo está lleno de chicas apasionadas y bien armadas para el periodismo); dos periodistas -decía- tienen a su cargo coberturas especiales en lugares inesperados, impensados; sitios donde el tema de las elecciones no suena ni truena, pero donde inevitablemente la vida sigue girando, y nosotros estamos interesados en verla girar.
Tendremos un vehículo patrullando todos los puntos de cobertura, el que también repartirá medicinas si se necesita, comida adicional si urge, y estará atento a mandar datos y fotos si el servicio de telefonía celular e internet se cae en algún punto de la ciudad. En total son ocho equipos de cobertura.
Todos sin parpadear desde las 4:00 am. (Sonrío).
En el caso del diario El Siglo el trabajo es a dos bandas. Desde las seis de la mañana hay transmisión on line, para Panamá y el mundo, y en eso estaremos durante todo el día, tal como la radio y la televisión. Estaremos en www.elsiglo.com y en el twitter @elsiglodigital.
Pero a cierta hora del día un equipo, que por pura picazón ególatra llamaremos élite, se desgaja de la mata digital y se sienta a tejer el lienzo del periódico de papel. Es un trabajo de minimalistas, curadores, perequeros y exigentes. Todos opinan y re-opinan, escogemos fotos y temas y ángulos, y cuando volvemos a mirar la pauta, decidimos empezar de cero para hacerlo mejor.
De todo el mar de datos que nos cae encima durante el día de las elecciones, hay que discriminar el material premium y llenarlo de tinta. Ahí empiezan otras ocho horas  de proceso que sí tiene hora mortal, y que se viven bajo presión. Tener la mejor noticia del mundo, pero llegar tarde, es como un coitus interruptus.
Nuestro objetivo es decir qué pasa y cómo pasa, a toda esa gente que a veces estará atenta a nuestra cobertura, y a la cobertura electoral en general -entre películas y reuniones familiares-, y que necesita enterarse para tomar decisiones, o para reír o llorar. Otros nos mirarán por mera curiosidad, haciendo una pausa fuera de su burbuja. Para esos tendremos también un guiño.
Elevo al cielo una plegaria para que Panamá acuda a esta cita con ánimo pacífico y esperanzador, que es como se construyen los futuros. También ruego que suenen a tiempo los despertadores de mis chicos y chicas. (Jajajaja)
Estamos listos,señoras y señores, todos con los ojos humectados. Listos para mirar esa chancleta sin parpadear.




1 comentario:

  1. Gracias, Eduardo. A veces vemos todo solo desde nuestro punto de observación civil, y nos olvidamos de los otros. Ustedes los periodistas (aunque a veces se pasan) nos prestan un servicio últi y ameno.
    Agradecida de antemano por sus desvelos. Saludos a los chicos de El Siglo

    Ana

    ResponderEliminar