viernes, 8 de marzo de 2013

"Fariseos"

8 marzo Desde muy joven las palabras “escriba” y “fariseo” me sonaban a cuco. “Sanedrín” también. Por eso me llama la atención cada vez que en el Nuevo Testamento se habla de la posibilidad de que alguno de ellos vaya al Cielo. En el evangelio de hoy, por ejemplo (Marcos 12,28b-34) Jesús le vaticina a un escriba que por su buena manera de entender el mandamiento del amor, el Reino de los cielos “no está lejos”. Comparto con la mayoría la idea de que cierta gente, por más que se arrepienta, no recibirá el abrazo de Dios el día de su juicio. Y hasta tengo una lista de personas a las que considero demasiado “torcidas” para gozar del abrazo de Dios cuando les llegue la hora. Poco a poco, pero a duras penas, voy entendiendo que el Señor está más allá de esa economía sicológica tan limitada. Según mi regla, el cielo se gana. Para el Padre, el cielo se regala. Y lo regala Él. Puede ser que mucha de la gente que le provocó dolor y humillación a Jesús, que lo entregó para que lo molieran a palos, fue perdonada y recibieron el regalo. Aunque me enoje. Así es ese Padre que tenemos. Todo amor y dulzura obsequiosa. P.S. Nadie nos ama como Él, por eso pulsamos aquí para recordar con Martín Valverde esa verdad: http://www.youtube.com/watch?v=yymM1iZOgSk&feature=share&list=PL4247FE404E43C6C6

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