jueves, 21 de enero de 2010

YAILÍN

Trataré de decirlo como periodista: al hueso y sin piedad. Yailín tuvo su hijo a los 16 años, bastante rato después de haber abandonado los estudios de primer ciclo. Fue un polvo echado a las volandas, sin anticipaciones ni caricias, en las penumbras de un cuarto hediondo que no era ni de ella ni de él, mientras las lavanderas chismorreaban en el patio. Apenas el vientre asomó los primeros síntomas de preñez, el causante de la hinchazón despareció. Nunca dio un céntimo para los cuidados de la embarazada, fue obligado por el mazo de un juez a darle el apellido al "producto", y a pagar una pensión alimenticia de 20 dólares por quincena, la que no cumple hace tanto que ya la deuda va por 700 dólares.

Amargada por la indiferencia de los tribunales de familia, que no encontraban al irreponsable, Yailín ideó una forma de dar con él: tomó una vieja fotografía, la amplió para colocarla en una hoja en la que escribió la frase lapidaria de las películas de vaqueros "Se busca", y añadió el nombre del susodicho, con la explicación de que andaba en fuga por no pagar la pensión alimenticia de su hijo. En un café internet sacó medio centenar de copias y las colocó por todo el pueblo, que amaneció empapelado con la cara del burlador, y  una promesa de diez centavos como recompensa para quien diera información de su paradero.

Resulta que Yailín fue denunciada por delitos contra el honor, allanaron la casa donde vive buscando pruebas de que es la autora del pasquín difamatorio, y ahora enfrenta un proceso en la personería del lugar. No tiene abogado, pero ella explica y defiende su caso con más ira que cualquiera que pudieran conseguirle. No entiende cómo la Policía llegó hasta su puerta, entró, revolvió todo y se fue advirtiéndole que no saliera del pueblo porque tendría que responder por su "delito". En cambio, jamás supo que al burlador lo estuvieran rastreando de veras, y mucho menos que lo amenazaran con la cárcel o un juicio por dejar que su bebé sufriera hambre.

Debo advertir que el sujeto asegura que debido a la volante lo botaron del trabajo (es un almacén donde vendía zapatos). Los empleadores sostienen que lo despidieron porque no se presentó a su puesto. Él responde que no lo hizo por la vergüenza que le provocaron los libelos que estaban en cada árbol, cada poste de luz, cada puerta y cada esquina del pueblo. Se sintió tan ofendido y dañado (según consta en el expediente, foja 34) que no pudo salir de casa en una semana.

Es muy posible que a Yailín la llamen a juicio.  Lo que hizo, es decir, el linchamiento intelectual de un maula, lo castiga la Ley. A todo esto, el niño todavía no recibe un real de manutención, y es en casa de vecinos piadosos donde encuentra cariño y alimento.

Esta es la historia. Son los datos fríos, que me abstengo de comentar. Porque no puedo. Me parece absurdo intentarlo. Ustedes tienen la palabra.

P.D. Yailín no es un nombre real. Agrego que el niño ya tiene seis años, sobre la cara luce unos cautivadores ojazos color marrón (como la madre), en los que tiemblan aquellas pestañas de actor de cine mudo. Es pizpireto como ella. Todo lo habla, baila tamborito, sabe de política y canta mejorana. Su madre fue abandonada por sus padres en casa de la abuela, y la vieja ahora también está criando al bebé. La vida gira y gira, pero parece que no va a ninguna parte, pues se empeña en pasar una y otra vez por los mismos trillos rotos, y los vuelve a romper.

12 comentarios:

  1. Eres un bruto de la pluma, y que conste que esto es un piropo. Te felicito.

    B.

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  2. Es obvio que estás de parte de ella. También eres realista, porque sabes que esa muchacha no debió empapelar el pueblo. Ojalá todo termine bien para el niño.

    Aurora

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  3. No se por qué, pero me parece que a esa mujer tú la besaste. (jajajajajaja) es broma, puros celos. ¡Pero pela el ojo, malvado!
    Ella estará bien, se nota que es una guerrera. Y tú eres el mejor poeta del mundo. Me encanta lo que escribes.

    Yess

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  4. Ah, se me olvidaba, a él lo podemos meter preso hasta que pague su deuda de 700. Dile a la muchacha que me llame; en la oficina atendemos este tipo de casos... Yessica.

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  5. hola hijo negro de un poeta farandulero, eres un mar de caricias de versos que se juntaron para traerte al mundo...
    te quiero.

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  6. Esta historia está muy buena. Espero que no sea cuento tuyo, porque si es pura invención serías un canalla. Casi me haces llorar pensando en el pobre chiquillito, tan lindo y abandonado por su papá. Esa es la historia de tanta gente en este país. Muy bueno, y ojalá se haga justicia. Yo también te quiero mucho.

    Yoli

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  7. Eres un cabrón.

    Aníbal C.

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  8. Me gustó lo que hizó Yailín, debe ser imitada por toda aquella mujer que se siente burlada por un canalla...

    geraldine

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  9. Motivador para las que están en esa misma situación... Me encantó...

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  10. Es la historia de la pobreza, que le encanta continuar siendo pobre. Son cosas que aún no logro entender. Lástima que la víctima real de esta historia aún no cumple el año de edad. Pero sé de casos muy escasos de que el pobre decide por medio honestos dejar de ser pobre, pero hay una gran mayoría que persiste en continuar arruinándose su estatus quo.

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  11. muy bueno. esa historia la conosco yo. te amo, bolita de tierra

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  12. muy buena esa..
    yo conozco un caso bastante parecido
    solo que el niño tiene 10 años y su madre sufrió una condena igual a la de la joven del cuento, el padre jamás pagó un centavo...

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